martes, 4 de agosto de 2015

Nuevo recordatorio

"Ahora sí, ya se viene. No es nada que no esperáramos pero es horrendo", dice mi hijo mayor el tres de julio de 2015.
Nuestras charlas consideran el comentario que escribí el año pasado:
Noche del mexicano grito y al Barrio, como llamo a mi cuenta depurada en FB a lo largo de nueve años para no vérmelas con la parte del país que desprecio, lo pone furibundo la fecha reglamentaria y está casi vacío.
Desde luego no volteamos a mirar el deprimente circo de la plaza mayor, donde el antiguo rito lo cumple el monigote del que se sirve el criminal proyecto en el poder desde diciembre de 2012.
Entonces alguien sube esto:
¿Argelia en los 1950s?, pregunto para los demás, y para mí: ¿En verdad están cagados de miedo? Sí, de sí mismos, de lo que están preparados a hacer a la menor provocación.
Justo diez días después el país da el brutal salto en la nada: "la noche de Iguala".
¿Al poder lo empavorece su capacidad para la violencia? No, por supuesto, prueban las masacres que siguen a la muerte, tortura y desaparición de los normalistas, y así esperamos un acto monumental, de incalculable dimensión. 
El hijo se refiere a los cadáveres de cuatro mujeres y un fotoperiodista encontrados en nuestra ciudad capital con tiros de gracia y escoriaciones que indican hubo vejación o suplico en vida. El hombre huyó meses atrás de Xalapa, Veracruz, donde presuntos agentes gubernamentales lo amenazaron sin decir palabra durante horas y en diversas calles. En el DF levantó una queja ante la instancia que se creó para proteger a su gremio, y una de las mujeres era conocida por defender causas sociales en aquélla entidad. 
Según muchos el claro mensaje no se dirigió a la prensa sino al país entero: No hay reglas, entiendan de una buena vez; somos todopoderosos.
Por ello recuerda el acto con que dos años y medio atrás se inauguró nuestro actual gobierno. Sin pausa la capital del país producía manifestaciones de una frescura inaudita, ridiculizando al futuro mandatario y a las omnipotentes televisoras. Lo hacía con la neutralidad característica de fuerza públicas que por quince años sirvieron al gobierno de izquierda cuya errática actuación fue muy afortunada en ese aspecto. 
La mañana aquélla la protesta sufrió un artero golpe y en adelante la autoridad capitalina haría trizas su legado. 
A pesar de ello continuamos siendo una isla nacional y en las recientes elecciones nuestra ciudadanía barrió al partido que esos tres lustros desgastaron a niveles extremos. 
Días antes de producirse los cinco asesinatos en la colonia Narvarte, actores de Televisa con mínima conciencia lanzaron un video protestando contra Peña Nieto.
Un famoso conductor de noticieros, que hizo fama como irreverente y perdió después el prestigio, estalló al aire este día tres. Su duro golpe a la presidencia de la república se interpreta como un grito desesperado.
Las muertes en Narvarte son doblemente brutales el lugar donde se cometieron y si ni con mucho alcanzan las más cruentas accionas de EPN en los últimos tiempos, vuelven a advertir de algo monumental. 
Para el casi eterno candidato de la izquierda, AMLO, contra sí mismo y sus torpísimas decisiones desde 2013, se dirían despejadas las puertas para acceder a la presidencia en 2018. ¿Lo permitirá el monstruo, con o sin Peña realmente a la cabeza entonces? Por decenas de miles se cuentan los grupos coercitivos formales e informales.
2018 es una fecha lejanísima dadas las circunstancias.