Templarios

Aquí al lado, nietos, les hablo de todo lo sólido que se desvanece en el aire, según la conocida frase (1). Creí bastaba ir al año 1325 siguiendo una caravana por África del norte. Ahora los conduciré dos siglos atrás a Jerusalem. Antes escuchemos esto sobre nuestros años recientes:
"Nacidas originalmente de la confluencia de intereses de los grandes agricultores privados, del Ejército y, muy probablemente, de cárteles rivales de los Caballeros Templarios, las autodefensas michoacanas se transformaron muy rápidamente en una movilización social armada, con fuerte contenido popular."(2)

Esos Caballeros Templarios toman el nombre de la orden monástico-militar que mil años atrás encabezaba las Cruzadas cristiano romanas en tierra santa. La brutalidad de los religiosos era pasmosa y se acompañaba con el primer sistema financiero moderno.
¿Me permiten otro salto, S y E, hasta La balada de Chicago, novela donde se sigue a Al Capone y sus iguales, convertidos en mito (3). La mafia es necesaria para el sistema, dice el escritor; a final de cuentas representa un nuevo capítulo del capitalismo. Los Templarios mexicanos siglo XXI, también.
Nuestros cuadernos encuentran sus cruces. 
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Esta mañana otra hermanita se queda sin trabajo y al buscar encuentra lo que las demás: jornadas sin límite, salarios de hambre, malos tratos, cero prestaciones. Son muy inteligentes y preparadas. Imaginemos que sucede en general. 
Formas de violencias hay muchas en La casa del horror, dijimos al inicio. De esas me ocupo. Para las relacionadas con el crimen organizado contamos con periodistas que se comprometen sin reservas. 
Anoche presenté la charla de uno. Señaló el edificio al costado nuestro.
-Ahí se congregan quinientos miembros de nueve agencias estadounidenses. Son quienes realmente dirigen nuestra guerra. 
¿Teorías conspirativas? Hace rato que sabemos cuán ciertas son, empezando por la militarización de tantas regiones como necesite el nudo del poder.   
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