martes, 11 de octubre de 2016

Lo innombrable

El cuerpo sin cabeza de un mafioso o el deceso de un militar, en sus disputas internas; un feminicidio, un secuestro, van a los titulares de la prensa.
El cadáver de un suicida por falta de empleo o resultado del hambre, o la lenta muerte que en millones tras millones produce el trabajo precario, pasan tan inadvertidos como los cambios de semáforos.
En septiembre de 2016 iniciamos una modesta, urgente campaña por los derechos laborales, y números y testimonios dibujan un panorama todavía más infame que el pensado.
“En 1987 el Tiempo de Trabajo Necesario que una persona necesitaba para comprar la Canasta Básica Recomendable, era de 4 horas 53 minutos. En abril de 2016 se había elevado a 23 horas 38 minutos”, aseguran los especialistas a quienes nos acercamos. Y siguen: “En 2012 una persona que ganaba un salario mínimo al día tardaba 9 minutos en generar el valor de su sueldo; lo generado en el resto de la jornada laboral se lo quedaban las empresas o el gobierno.” El sesenta por ciento de la fuerza de trabajo se ocupa en la informalidad.
A primera vista las cifras solo confirman lo que cada vez más vengo escuchando desde los años ochenta moviéndome entre obreros, maestros, despachadores, etcétera, y abogados e investigadores, de ambos géneros. En apariencia, digo y recuerdo mi asombro cuando entre 2004 y 2005 me invitaron a un congreso por la justicia en las maquilas.
Para entonces General Motors, Johnson and Johnson, ITT, Dupont, Azarco, General Eletric y otras muchas corporaciones habían montado plantas a lo largo de la frontera mexicana. Decenas de miles de empleos se perdían en Detroit, Chicago, etcétera, y poblaciones de la franja próxima al norte del Bravo conocían lo que se calificaba de epidemias de enfermedades degenerativas relacionadas con tóxicos.
En Brownsville se seguía con alarma la forma en que en Matamoros, a tiro de piedra, la llamada Hilera Química arrojaba a las corrientes de agua cantidades de xileno que rebasaban 53 mil veces las normas ambientales, y el pentaclorofenol, un célebre cancerígeno, andaba libre por el viento. Al cabo de dos años en la población texana se registraban 36 casos de niñ@s que nacían con cerebros incompletos, y los abortos indeseados advertían convertirse en tema de todos los días.
Allí mismo y en otras ciudades de Texas, de Nuevo México, Arizona y California, los centros maquileros de Nuevo Laredo, Ciudad Juárez, Nogales, Tijuana y demás, las emisiones del propio xileno, de petroleum, de naftalina, metileno, etilbenzeno, cromo, plomo… alcanzaban proporciones de hasta 250 mil veces por encima de los estándares aprobados, y aumentaban los enfermos de lupus, leucemia y otros cánceres.
Si las organizaciones de los Estados Unidos representadas en la Coalición, aspiraban a detener el pandemonium que daba la impresión de presagiarse, debían actuar más allá de la frontera, donde por lo obvio la historia se repetía geométricamente, de modo que, por ejemplo, los recién nacidos con anacefalia en Mamamoros, Nuevo Laredo y su entorno no eran 36, como en Browsville, sino justo diez tantos más: 360.
En esa misma zona de Tamaulipas cientos de miles de personas, en buena parte llegadas del centro y el sur de México, vivían condiciones que en la gigantesca capital del país sólo quienes habitaban en las proximidades de los tiraderos de basura podían imaginar: ríos y arroyos que traían muerte, lodazales que no había modo de evitar y que producían un rosario de afecciones en la piel, y una miseria detenida un momento antes de estrangular, únicamente porque a cambio del magro alimento y las casuchas de cartón y lámina, se dejaban cachos de manos, de brazos, de pulmones, y se contribuía a un régimen en el cual años después Ciudad Juárez descubriría la intimidad del mundo de mujeres alentado por las maquilas: unas 400 jóvenes violadas, torturadas y asesinadas, y decenas de miles objeto de acoso sexual, cumpliendo en un número significativo el papel de madres solteras.
El trabajo por sí mismo tampoco podía creerse. El de una compañera llamada Tere era un buen reflejo. Estaba inutilizada del túnel carpiano de la mano derecha y de los tendones del brazo y el hombro del mismo lado, por quitar rebabas a cilindros para helicópteros militares, en un movimiento repetido 870 veces por hora.  
Fui a Reinosa, Tamaulipas, y llegado un momento nos pidieron solidarizarnos con trabajadores y trabajadoras de una gran planta, que amagaban irse a huelga. Para llegar allí abandonamos la ciudad y tras muchos kilómetros semidesiertos apareció un fraccionamiento industrial. Se iba con la idea de un mitin. Qué ingenuidad. El sitio estaba cercado por una inmensa red y para entrar o salir debía atravesarse la única puerta, controlada por agentes de seguridad privada. Pasamos mostrando identificaciones. Visita a presos, pensé, y enseguida se mostró una serie de galerones construidos como dios manda. Estaban vacíos. La empresa acababa de marcharse.
-¿Abandonan los edificios así nomás? –preguntó alguien.
-No era suyos. Los levantó el gobierno municipal para ella, por pedido. Fábricas golondrina, las llaman.
“…el mero hecho de sobrevivir de un día para otro nos cuesta un enorme esfuerzo. No me refiero a la miseria, sino a que ya no sabemos reaccionar ante los hechos más habituales, y como no sabemos actuar, tampoco nos sentimos capaces de pensar.”
Eso escribe Paul Auster en la novela que parecería un despropósito traer a cuento, sino fuera porque adelanta el futuro en tanto proyección del presente, que así se descubre. En El país de las últimas cosas las ocupaciones, por ejemplo, parecen absurdas por sí mismas y por el grado de miseria y abyección que representan. Pero no más que el de hasta hace poco de Tere, nuestra guía en el recorrido por el parque industrial: una máquina inteligente escupía tubos para los helicópteros que irían a hacer su trabajo a Afganistán o Irak, sin preocuparse por las rebabas en los bordes; de eso, de quitarlas, se ocuparían las manos de llanos mortales y una cuchilla, con un sólo, repetido movimiento sobre el acero inoxidable ¡870 veces por hora! A cambio, 40 pesos al día, y al poco un túnel carpiano, que inutiliza la mano, y sus continuaciones en el brazo, el hombro y la espalda incapacitados de por vida.
Hace poco Fanny Casillas, una de las jóvenes que participa en nuestra campaña, resumió su encuentro con el mundo laboral.
Manual del fracaso
1- Estudie alguna carrera, si le otorgan dicho privilegio en alguna ciencia social que se dedique a todo menos a la sociedad y haga usted experimentos por vincularse con su entorno, vea las estadisticas con nombre y apellido, en sus series de tiempo señale con verso y rima la memoria colectiva, las heridas que maquillan, no se olvide de cuantificar su productividad en ello..No se olvide que un buen fracasado sale de vez en vez a las calles y reta el éxito de las aulas.
2. viaje a donde sus ojos le permitan pagar el paisaje, sueñe mucho, corra poco, pida raite hable con los traileros no haga filas en la central camionera, no gaste su mirada en dormir en un cómodo asiento de autobús, al llegar a su destino no olvide memorizar los colores de las personas, sus olores, sabores y sinsabores su tamaño, su historia. No pierda el tiempo recordando lo que gasto en restaurantes, hospedajes y lugares recorridos, un buen fracasado recordará siempre la noche que se quedó varado en la carretera y como reía con su compañera.
3. cuando llegue la hora de trabajar, piense esfuerce sus energías en trabajar, organizar y luchar, diga sus diferencias a su patrón, véale como igual, seguro se queda sin empleo, si lo consigue, felicidades está a punto de lograr ser un buen fracasado, no se olvide de buscar un empleo digno y así habremos terminado con la primer etapa del fracasado joven.


4. pese a que ha terminado de estudiar, no olvide una dosis de necedad. hable con sus amigos, familiares, conocidos de locuras, de cosmonautas y utopías, cuando le pregunten ¿ no piensas progresar? dígales con una falsa sonrisa que sí, que hoy ya tiene tarjeta de crédito, que tiene deudas y en seguida le dejaran de molestar, no se le ocurra sonreír después de las 6 pm de lo contrario pensarán que algo va mal con su camino al éxito, solo los fracasados se dan esa oportunidad.
Después de Fanny, Sonia Salas, otra joven compañera que participa en la campaña, recordó al botepronto su larga historia laboral, iniciada a los doce años:
·  No es un orgullo aceptar que llevo más de diez años trabajando sin para, pero todo cuesta
Comencé a los 12 años, lavando la ropa de una de mis primas para poder comprar un pans para la escuela
Soy la 4ta de 5 hijos, los uniformes que use en su mayoría fueron hechos por mi mamá, pero ese pans le resultaba más difícil que hacer una falda
El segundo trabajo fue familiar, comenzamos a vender jugo de naranja, pero hay una temporada muy larga, donde la naranja es agria y además cara
Y pues no salía para cubrir los gastos
Después entre a trabajar de empacadora
Para entrar ahí tuvimos que ir a la secretaría del trabajo del menor, en ese entonces, estaba en la calle Dónceles
Nos interrogaron por separado a mi mamá y a mií, para confirmar que comenzaba a trabajar porque quería y no porque mis padres me obligaran
Me hicieron un examen físico y determinaron que esta completamente sana, no dieron un permiso para trabajar y una hoja donde se deslindaba a walt mart de hacerse responsable por algún accidente en el transcurso a la tienda o dentro de la tienda, porque no estábamos contratados
(Nos dieron un permiso)
Teníamos que llegar antes de nuestra hora de entrada para formar la "linea" donde se apuntan las medias horas que trabajabas separadas por medias horas de "descanso" es decir sin empacar hasta cimplir 5 horas, si no llegabas antes o puntual, te regresaban a tu casa
En las medias horas de descanso, tenías permitido una sola vez salir a comer, en las otras te tocaba barrer y limpiar el área de cajas o ayudar a acomodar los carros del supermercado
Si no lo hacías, te regresabas a tu casa
Cada mes nos ponían videos, de lo que era la empresa, su importancia y como tu eras parte del equipo de trabajo y la última persona con la que el cliente trataba
Entre los vídeos venía la forma correcta de empacar, además de que si mantenías un buen promedio en la escuela la empresa te regalaba un vale de 200 pesos que sólo podías cambiar ahí
Muchos de los empacadores después tenían como meta laboral seguir trabajando en el walt Martín como cajero
El pago es voluntario, la verdad si salían mínimo 70 pesos al día
A los 16 ya no puedes trabajar ahí y debes buscar en otra parte
Puedes acudir a la secretaría del trabajo del menor, pero para los adolescentes entre 16 y 17 no hay trabajo legal
Así que entre sin trámites a trabajar en una panadería
El horario era de 6 am a 2 pm
Por 100 pesos al día
De hacían muchas cosas, pero lo más pesado era levantar la cortina
Ir al mercado por la harina y otras cosas
Hornear y freír las donas de azúcar
Así se le pierde el miedo al fuego, las manos se hacen fuertes
El año en que cumpliría 18 había elecciones y me dejaron tramitar mi credencial para votar dos meses antes
Duré un par de años trabajando ahí, pero el trabajo arduo a temperatura horno, las desveladas por hacer la tarea hasta la madrugada y levantarse todos los días a las 5 terminaron cansándome.
Entonces ya con IFE fui a pedir trabajo en Macdonalds
Esperando tener mejores condiciones laborales, duré un día.
Nos citaron a entrevista éramos unos 10, nos pusieron a resolver de esos como acertijos ente todos, ellos nos moraban desde fuera de la sala, la puerta era de vidrio, nos señalaron a 3 y nos dijeron que nos presentáramos al día siguiente con todos nuestros papeles
Comenzamos a trabajar como todos y terminamos de hacer todo lo que nos ponían, 15 minutos para comer, y debía ser ahí, te daban una bolsita de papas y una pequeña hamburguesa
Todo era raro, en el comedor había un mapa de México con paradas, una era a six flags y a otros lugares
Era para que recordaran que si cumplían bien con si trabajo, tendrían como recompensa un viaje
Hay no hay descanso, desde que llegas hasta que te vas tienes algo que hacer
Ahí*
Pues termino ese mi primer día, estaba muy pesado, pero ofrecían prestaciones de ley, un paseo, opción de desarrollo laboral y podías armar tus horarios
Pues terminando la jornada me dicen que suba a firmar contrato, también me comentan que todo ese día no lo pagan, que era de prueba
Pues no era justo
Comienzan los trabajos para mujeres
Una amiga me dice que me meta de demostradora
Otra vuelta a trabajar en tienda departamental
Llamas a la agencia y sin preguntar tu nombre te piden que les digas tu talla y tu edad
Solo aceptan tallas 5 y 7
Llegas y te explican que debes vender lo que sea
También te explican que toda persona es un posible comprador
El sueldo es de casi 200 pesos al día, crees que te conviene
Pero al firmar el contrato te piden que no pongas fecha
Firmas por 15 días
Y ese mismo día firmas tu renuncia
Eran 10 hojas, las leí y me dijeron que no era necesario, que solo firmara
No estuve de acuerdo, pero si no firmas no hay empleo
Llegas a la tienda y otra vez entregas una hoja, donde vuelve a especificar que la empresa no se hace responsable por accidentes
Porque no eres empleado.
Llegas y hay una isla de artículos en la bodega, no eres empleado, pero debes hacer todo lo que te digan, o te puedes ir
Es una ciudad perdida
Todas las mañanas hay una junta de 5 minutos donde te recuerdan que hay eres socio y que el cliente es lo más importante
Mucha gente lleva más de 10 años trabajando ahí, aspiran a ser jefes de piso
Y cuando lo son, hacen del piso su fortaleza y temporalmente tú eres un lacayo
Meten a trabajar a sus hijos
Y tú no eres empleado, pero estas en el piso y debes cumplir
Te van a supervisar de parte del outsourcing Debes estar abordando personas todo el tiempo
Si quieres la paga completa, debes cumplir con una cuota de venta
No puedes sentarte, no debes platicar con los otros trabajadores, no puedes sacar tu celular
Debes ir impecable
Porque eres la imagen de la empresa
Y debe ser neutral, sin mostrar una personalidad.
Más de un supervisor te recuerda que estás ahí por tu físico
No por otra cosa
Hablando con otras compañeras te enteras de muchas cosas
Acosos
Pagos incompletos
A más de una le han dicho que no piensa, que es sólo una cara bonita
No hay sindicato de demostradoras
No hay trato directo con el contratante
El out sorsing tiene tu renuncia firmada
La mayoría son mujeres con hijos pequeños, con necesidad de trabajar, por eso resisten con una sonrisa, impecables
He promocionado muchas marcas, al ser trabajos de fines de semana muchas veces las vacantes las cubrimos estudiantes
Pero si hay mucho abuso
No eres empleado, pero si te piden que ordenes todo el pasillo debes hacerlo, debes acomodar todo lo que la gente cambia de lugar y si lo rompes lo pagas
Al entrar y salir te tratan como delincuente
Debes marcar cada artículo de tus pertenencias
Si no lo haces, te hacen pagarlo, si no lo pagas o te lo decomisan o te remiten
Trabaje en una ex hacienda
En esos lugares se organizan banquetes
Ahí festejan los grandes mandos de empresas
En esas fiestas todos los lugares pagados se sirven
Mesas enteras completamente solas se sirven como si fueran a comer fantasmas
Y así sin haber sido tocados, son retirados, tirados en contenedores y servidos los siguientes tiempos
Esa vez fui a lavar trastes
Jamás había visto tanta comida tirada a la basura
Mientras a nosotros nos tenían en lavaderos improvisados de tras de la fiesta
400 pesos en un día parecen mucho, hasta que te das cuenta que llevas 12 horas seguidas lavando trastes y sin probar alimento, mientras los contenedores se llenan
Una pizzería, una peluquería para perros, 3 cibers, dos restaurantes, entre muchos otros empleos de ocasión y siempre es lo mismo
Trabajas mucho y ganas poco
Sin contrato
Sin prestaciones
En mi experiencia concluyó que si hay trabajo en México, pero este no garantiza ser justo
Que muchos trabajamos para estudiar y al terminar nada asegura que consigamos un empleo
Que debemos, nosotros, dignificar el trabajo
Sabemos que existen derechos, pero estos no se respetan
Porque la necesidad es fuerte pues, todo cuesta
Y para muchos el estudiar ya no parece un derecho, sino un lujo
En el primer ciber nos pagaban 60 pesos por día
La empresa se llama miexamen.com
Tiene una cadena de cibers dentro de los metros
Entraba a las 5pm y salía a las 11
Era poco dinero pero aproveche para hacer la tarea ahí por lo menos la mitad de la carrera
En ese trabajo no había ni baño
Varios se enfermaron de vías urinarias
Ahí si contrataban menores
Pero si se manchaban, nosotros dábamos mantenimiento las impresoras y computadoras
Editábamos los posters para ploteo y todo por 60 pesos al día.
Por qué siempre nos toca perder? Decía mi hermana Susana cuando no nos quedaban opciones para votar, porque el que quedará en el gobierno buscaría sólo su propio beneficio
Hay gente que mata para comer y hay gente que muere de hambre
Estamos muy mal, como sociedad hemos fallado
Hemos sido muy permisivos 
Sonia se ha vuelto una militante de los derechos laborales y queriendo sumar compañeros y compañeras llamar a Tania. Su mensaje en el celular fue escueto:
Por las mañanas soy antropóloga y por las tardes tengo una cooperativa vegano. Vivo de éste y no tengo para un café en la calle.
Mario Mendoza termina la licenciatura y es uno de nuestros coordinadores. Ayer en la red social escribió esto:
Los "millenians" todo lo que han dicho sobre esta caracterización de la juventud a la que pertenesco se puede resumir en lo siguiente: somos una generación sin futuro. Se nos ha arrebatado la posibilidad de aspirar a un mañana, el ejemplo más claro de esto son los derechos laborales, ¿aspirar a una pensión como la que tuvieron nuestros padres o abuelos? cosa del pásado, se nos exhorta a ahorrar, ¿con un salarío mínimo de 73 pesos? y se aplaude que se prefiera el freelance u otras formas de ganarse la vida al margen de un sistema económico que nos excluye, que pretende someternos sin darnos nada a cambio, "somos la generación mejor preparada y peor pagada" me molesta esa etiqueta y el imaginario que se quiere crear alrededor de ella, para lo que sólo tengo una conclusión, nuestra generación esta perdida, debe luchar, tal vez sea la última que tenga la oportunidad de hacerlo, es triste y preocupante, pero a este planera nos lo estamos acabando, y nosotros nos acabamos con él.