"Para
entender la saña con que, a fines del milenio, un nuevo Figueroa manda matar a
los costeños insumisos, es necesario remontarse a la insurgencia gremial que
arranca en los setenta, a la rebeldía cívica que estalla a fines de los
ochenta. Pero ésta es sólo la cuenta corta. El origen de las actitudes
ciudadanas y la matriz de las fuerzas políticas actuantes en el Guerrero
actual, remiten también a un pasado más lejano. ¿Cómo soslayar el peso que
aún tiene en la memoria política regional la militarización antiguerrillera que
apenas comenzó a remitir a fines de los setenta? ¿Cómo explicar el origen de
los focos campesinos de autodefensa armada sin remitirse al multitudinario y
reprimido movimiento cívico de los sesenta? ¿Cómo entender el encono de la
lucha política en Guerrero sin remontarse a las particularidades de la
revolución en ese estado, cuya secuela insurreccional se prolonga hasta los
años treinta? ¿Cómo medir, en fin, la profundidad del caciquismo sin
asomarse a los grandes patriarcas costeños del siglo XIX?"
Eso escribe Armando Bartra al inicio de Guerrero bronco. Por buenas razones busco ahora la Costa Grande que quizá costó la vida a Digna Ochoa. Toda aquélla y no solo el espacio andado por esa terca abogada, cuando consiguió enjuciar a militares involucrados en el asesinato de dos campesinos ecologistas.
Si bien tal vez, opinan algunos, la defensora de derechos humanos murió debido a un informe que preparaba sobre Guerrero en general.
Para Hermanos en armas Luis Hernández Navarro recuerda que nada más iniciar 2014 "iban 17 representantes populares liquidados. En este registro se encuentran, entre otros, Rocío Mesino, líder de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), ultimada el 19 de octubre de 2013, después de anunciar la formación de una policía comunitaria en Atoyac. También Ana Lilia Gatica y su compañero Luis Olivares, dirigentes de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande (OPPCG), ejecutados extrajudicialmente el 10 de noviembre".
Si bien tal vez, opinan algunos, la defensora de derechos humanos murió debido a un informe que preparaba sobre Guerrero en general.
Para Hermanos en armas Luis Hernández Navarro recuerda que nada más iniciar 2014 "iban 17 representantes populares liquidados. En este registro se encuentran, entre otros, Rocío Mesino, líder de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), ultimada el 19 de octubre de 2013, después de anunciar la formación de una policía comunitaria en Atoyac. También Ana Lilia Gatica y su compañero Luis Olivares, dirigentes de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande (OPPCG), ejecutados extrajudicialmente el 10 de noviembre".
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